El Grupo de Delincuencia Económica del Cuerpo Nacional de Policía
detuvo ayer a una cuarta persona acusada de estar implicada en el
caso del matadero ilegal que se precintó el pasado miércoles. Se
trata de G.S.R., vecino de Lloseta. Las identidades de los tres
primeros detenidos son G. G., propietario de una carnicería en sa
Pobla, su esposa, M., y J.P.G., vecino de Lloseta. Este último
quedó ayer en libertad tras haber prestado declaración.
De las investigaciones efectuadas y con la documentación
intervenida, se calcula que en el matadero se sacrificaban cada mes
alrededor de 600 animales, la gran mayoría ganado ovino. Una parte
de esta cifra se vendía en una carnicería de sa Pobla y a
magrebíes. Pero la mayor parte era para abastecer a distintos
negocios, entre ellos varios restaurantes de diversas partes de la
Isla, incluida Palma.Desde días antes de ejecutarse la operación
policial se efectuó un seguimiento a los sospechosos. Así, se
comprobó que utilizaban una furgoneta para trasladar el ganado
hasta el matadero, y con otro vehículo se llevaba a cabo el
reparto.
Los dos vecinos de Lloseta eran los que sacrificaban los
animales y se sospecha que la distribución se hacía desde la
carnicería. A partir de ahora, y con la documentación intervenida,
se irá citando a declarar a personas que puedan haber tenido
contactos comerciales con los detenidos y, llegado el caso, ir
delimitando posibles responsabilidades delictivas.
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