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Gabriel Jordà Garau, vecino de Maria de la Salut, recibió ayer la insignia de reconocimiento de la Hermandad de donantes de sangre de Mallorca, coincidiendo con el encuentro anual de donantes de Maria de la Salut al que asistieron vecinos de Ariany, Can Picafort, Costitx, Lloret, Llubí, Muro, Petra, Sant Joan, Santa Margalida y Sineu.

Más de ochocientas personas celebraron un acto de reconocimiento a la solidaridad y se entregaron insignias de 10, 25, 50 y 100 donaciones. Los vecinos de estos pueblos donaron durante el pasado año 1.820 bolsas de sangre. Tras una ceremonia religiosa hubo un refrigerio y ball de bot en la plaza del pueblo.

Gabriel Jordà Garau ya recibió hace diez años en Madrid el reconocimiento de los donantes después de su 75 extracción.
«Empecé a donar hará veinte años porque me lo recomendó mi médico», explica. Gabriel Jordà comenzó a donar «por mí, porque tenía un exceso de glóbulos rojos y me encontraba mejor pero a la vez sirves a otra gente». Anima a todos los ciudadanos a que donen «por su bien y el de los demás».

No tiene pensado donar sus órganos «porque ya soy muy mayor, aunque mi hija sí lo hará», asegura, e intenta convencer a sus amigos y familia para que se sumen a esta actividad que para él es ya algo habitual. «Me controlan en el hospital General cada tres o cuatro meses y me dicen si puedo o no donar sangre».

«Recomendaría a todo aquél que pueda que done sangre porque uno mismo se siente mejor», explica este vecino ejemplar de Maria de la Salut.