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J.M. SASTRE La iglesia Nostra Senyora dels Dolors de Manacor se quedó pequeña para celebrar el día de Pentecostés, ya que prácticamente todos los feligreses de la localidad acudieron a la misa solemne que celebró el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, y que fue concelebrada por dieciocho sacerdotes.

Durante la misa, el obispo bendijo la reforma del campanario de la iglesia, conocido popularmente por la «Torre de Robí».

En la iglesia estuvieron presentes el alcalde de Manacor, Miquel Riera, acompañado por varios concejales del Ajuntament y la consellera de Educació y Cultura del Consell de Mallorca, la manacorina Maria Antònia Vadell.

Las obras de reforma del campanario han durado tres años y en ellas se demolió el pináculo y se cambiaron las columnas principales. Con la restauración se ha informatizado el sistema de toque de campanas que ahora es automático.