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La Fundación Deixalles de Sóller se reunió el pasado viernes para aprobar el balance de gestión del pasado año y dar luz verde a los presupuestos de la institución para el presente ejercicio. Durante 2000, la entidad dedicada a la recuperación de residuos sólidos urbanos y la reinserción social de personas con problemas de desarraigo familiar y laboral gestionará unos 32'5 millones de pesetas. La mayor parte del presupuesto (22 millones de pesetas) estará destinado a la remuneración de los monitores y del personal que trabaja en el centro de sa Figuera y en las dependencias de la antigua depuradora, que será transformada en un gran complejo de reciclaje.

Este centro de recuperación tiene un presupuesto global de 136'7 millones de pesetas, de los que 82 serán aportados por la Conselleria de Medi Ambient del Govern. Los 54'7 millones restantes deben ser aportados por los donativos de particulares y por los fondos de la propia fundación.

En la Fundación Deixalles de Sóller están integrados el Consistorio, Cruz Roja, el Ferrocarril de Sóller, la asociación hotelera del Port, la parroquia, PIMEM y el Grupo Serra, entre otros. El gerente de la institución es Miquel Puigrós. Deixalles de Sóller inició sus pasos en 1994. La prioridad de esta fundación es ofrecer una ocupación relacionada con la recuperación de residuos sólidos (reparación de electrodomésticos, restauración de muebles, ropa...) a personas en situación de riesgo de marginación social.