La nueva planta de transferencia de residuos sólidos de Campos fue
inaugurada ayer por la presidenta del Consell de Mallorca, Maria
Antònia Munar, y la consellera de Medi Ambient del Govern de les
Illes Balears, Margalida Rosselló. Las instalaciones, que
gestionará la empresa Tirme, pueden tratar 45 toneladas cada hora y
por ellas pasarán unas 30.000 toneladas de residuos anuales
procedentes de los términos municipales de Campos, Felanitx,
Santanyí y ses Salines.
Los residuos que se producen en estos municipios serán
trasladados a la planta transferidora y una vez descargados en la
boca de alimentación, una prensa hidráulica los compacta reduciendo
su volumen y los introduce en unos contenedores herméticos desde
donde son trasladados a la planta de Son Reus de Palma para
proceder a su incineración. El Consell ha colocado un cartel en la
planta donde constan los 4 objetivos de la planta, «Les 4 R»:
reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. En este sentido, Maria
Antònia Munar comentó que «falta la "r" de "reeducar" a la gente»
para la correcta selección de los residuos producidos en los
hogares y el buen uso de los puntos de recogida. Con la reducción
de los residuos disminuye también en un 65% el tráfico de camiones
por las carreteras y aumenta con ello la seguridad vial. Además,
imposibilita la contaminación por olores o la dispersión de restos
ya que los contenedores están herméticamente cerrados.
Antes de descubrir la placa conmemorativa de la inauguración,
Maria Antònia Munar entregó al alcalde de Campos, Andreu Prohens,
el proyecto confeccionado por el Consell de Mallorca para el cierre
del antiguo vertedero de Campos, cuyo coste será de 40 millones de
pesetas.
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