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R. P. F. Los vendedores de la plaza de abastos de Manacor están dispuestos a una defensa numantina y aguantar en sus puestos de venta hasta el final, según manifestó Antònia Vadell, una de las afectadas por la orden de demolición de parte del edificio. Los vendedores consideran que a pesar de que se ha producido una resolución judicial, se va a producir una injusticia propiciada «porque así lo han querido un grupito de políticos».

Ante este estado de cosas, dicen que no piensan permanecer de brazos cruzados y que presentarán un recurso de súplica a la Sala de los Contencioso Administrativo. Los afectados todavía no habían recibido ayer la notificación oficial de que habían de dejar sus puestos de venta para que se pudiera ejecutar la orden de demolición parcial del mercado. «El día en que llegue la orden nos reuniremos y actuaremos con todas las consecuencias con tal de defender nuestros derecho a la propiedad», según dijo Vadell.

El abogado de los servicios jurídicos del Ajuntament, Felipe Pou, explicó que «una vez que el alcalde haya decidido el órgano que dictará la resolución, se otorgará un plazo de entre cinco y ocho días para que los vendedores dejen los puestos de venta. En el caso de que no lo hagan se podrá solicitar la intervención de la policía».