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J. MESTRE Vecinos de la Colònia de Sant Jordi han iniciado la recogida de firmas para pedir al Ajuntament de ses Salines y a la Conselleria de Medi Ambient que adopten medidas contra la estación impulsora de aguas residuales número 4 del núcleo turístico, que está situada en pleno casco urbano. Los ciudadanos denuncian que esta infraestructura produce más ruidos de los permitidos, y aseguran que «el olor es insoportable». La estación está situada en la avenida Marqués del Palmer, entre dos bloques de apartamentos.

Los vecinos que ahora recogen firmas ya han mantenido una reunión con los responsables del Ajuntament de ses Salines, que no han dado ninguna solución a sus problemas. «El ruido es insoportable, sobre todo por la noche; nuestra habitación da pared con pared con la depuradora, y es imposible dormir», explicó uno de los vecinos a este periódico. Los afectados consideran ilógico que pueda mantenerse una instalación así en funcionamiento al lado de las viviendas. La mayor parte de los afectados acuden a la Colònia sólo los fines de semana y durante el verano. «Pagamos nuestros impuestos como las personas que residen todo el año», reivindican, «y somos conscientes que la estación se construyó antes que los apartamentos, pero alguien debió autorizar la edificación de las viviendas. Si se mantienen las bombas en el casco urbano, deben adoptarse las medidas necesarias para reducir los olores y el ruido».

Los documentos con las firmas serán registrados en el Ajuntament y en la Conselleria. Los vecinos, que no han conseguido soluciones por parte del Consistorio, han solicitado una entrevista con la titular de Medi Ambient, Margalida Rosselló.