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Miembros de la asociación cultural Bany-Al-Bahar expresaron ayer al presidente del Govern, Francesc Antich, su preocupación por la «presión de capital y compras foráneas o extranjeras» que sufre el término municipal de Banyalbufar.

La inquietud es evidente. En estos momentos, el 41'08 por ciento de la extensión del municipio está en manos extranjeras. Banyalbufar tiene una superficie total de 1.850 hectáreas, de las cuales 461 (un 24'92 por ciento) pertenecen a pequeños propietarios y 1.360 componen la extensión de las grandes posesiones del término (75'08%). De éstas últimas, 760 hectáreas son ya de titularidad extranjera. De hecho, de las diez grandes posesiones que tiene el término municipal, seis se han vendido a extranjeros. Son Bunyola (276 hectáreas), s'Arboçar (221), Son Valentí-Son Balaguer (205), es Rafal (42), Son Bujosa (11) y Son Coll (5) desde hace tiempo ya no son de propietarios mallorquines. Y de las cuatro que quedan, Planicia (la más extensa de todas con 445 hectáreas) y Son Sanutges (46) están en venta y los propietarios de Son Mosqueres (125) y Son Creus (13) también podrían desprenderse de ellas.

Francesc Albertí, presidente de la asociación cultural, explicó que este tema «es especialmente grave en un municipio con tan sólo 500 habitantes». «Hemos dado nuestro soporte a la ecotasa para que contribuya al mantenimiento del paisaje y sirva para contrarrestar recursos económicos de otros sitios», agregó.