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«Me preocupa que se quiera hacer electoralismo barato y agitar a un pueblo contra otro con la excusa del agua». Estas son las primeras declaraciones en materia de agua que realiza el alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, desde que tomara posesión de su cargo como batle hace apenas un año.

Las recientes críticas del Ajuntament y los payeses de sa Pobla hacia la empresa Acasa, suministradora del agua de Alcúdia, han preocupado notablemente al alcalde, quien ha lamentado que se haga «electoralismo» con un tema tan delicado como es el agua. «La empresa suministradora tiene pozos legales que extraen agua y que están controlados por la Conselleria de Medi Ambient, que debe ser quien diga si hay que extraer más o menos volumen», explicó el batle. Ferrer insiste en que «hay que tener claro que el agua no es propiedad de ningún pueblo sino que es un bien público».

El Ajuntament mantiene un contacto permanente con el concesionario. El alcalde ha confirmado que Acasa tiene la intención de solicitar un cambio de uso de nuevos pozos pero esto es algo que aún está por negociar con el Govern. Miquel Ferrer asegura que con los actuales recursos el suministro de agua a Alcúdia está garantizado para este verano, aunque al igual que ocurre en la mayoría de municipios de la Isla, resultaría muy difícil enfrentarse a otro invierno seco. Ferrer ve con buenos ojos la ubicación de una desaladora portátil en el municipio aunque puntualiza que habría que negociar la fórmula de gestión.