Los propietarios de un establecimiento turístico de Cala Figuera
están indignados por el volumen de la música y de los altavoces que
amenizan las fiestas de un bar vecino a su hostal, ya que les
comporta una pérdida muy significativa de clientes. Una agencia de
viajes alemana es la responsable de la organización de fiestas
nocturnas casi a diario y sus clientes tienen edades comprendidas
entre los 16 y 20 años.
Andreu Alcaraz, propietario del hostal, explica: «Llamé al
Ajuntament, a la Policía Local y a la Guardia Civil, pero sólo
dicen que hasta las 24 horas pueden poner la música, pero el
problema es el volumen». El descontento de los empresarios estriba
en que su establecimiento de Cala Figuera está enfocado a unos
clientes de alta calidad que buscan tranquilidad y relax en este
pueblo pesquero. Alcaraz ha declarado: «La mayoría de mis clientes
y de los de toda la Cala son familias con hijos que vienen aquí
para buscar un turismo alternativo en Mallorca, la tranquilidad.
Estos chicos vienen con la agencia alemana que organiza estas
fiestas, y que sólo perjudica nuestra imagen y no aporta ningún
beneficio a la zona».
Muchos de los clientes del hostal han anticipado el final de las
vacaciones debido al volumen al que tiene la música el bar-piscina.
«Con lo que va de verano ya hay dos familias que irán a reclamar al
juez y seguramente les devolverán el 30% del precio pagado aquí».
Alcaraz, en una carta enviada a este periódico, remarca: «Un bar
descubierto de estas características no sería posible en Alemania,
en cambio aquí todas las fuerzas de seguridad se quitan las
responsabilidades».
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