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El viejo almacén del tren se convertirá en breve en un lugar de ocio. La empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) espera que el próximo Dijous Bo el nuevo edificio, gestionado por Antonio Armenteras, pueda entrar en funcionamiento. Donde antes sólo había viejas herramientas ferroviarias habrá un pequeño bar, dos tiendas de productos autóctonos, un quiosco y un expendedor de billetes de autobús.

Antonio Armenteras gestionará el almacén durante los próximos seis años. SFM se decantó por su propuesta porque aprovechaba ejemplarmente el reducido espacio, según explica el gerente de la empresa ferroviaria, José Antonio Santos. Santos asegura que las obras que ejecuta el Govern marchan a buen ritmo, por lo que el almacén podría estar listo a finales de verano. No obstante, Santos marca el próximo Dijous Bo como la fecha límite para la puesta en marcha del establecimiento.

El exterior del edificio se rehabilitó conjuntamente con la vieja estación del tren, de manera que la nueva actuación se centra exclusivamente en el interior, con un presupuesto aproximado de 20 millones de pesetas. Por otra parte, SFM ha iniciado conversaciones con el Ajuntament d'Inca para transformar el solar que se encuentra entre los antiguos baños de la estación y el puente del tren en una zona ajardinada. Santos explicó que el Ajuntament ha iniciado los trámites para adquirir los terrenos privados y cederlos posteriormente a SFM para que se pueda ejecutar esta obra.