Corregir los problemas de balizamiento y de protección de la
carretera C-710, desde el Port d'Andratx al Port de Pollença, tiene
un presupuesto de 100 millones de pesetas, cantidad que el
Departament de Carreteres no dispone en estos momentos.
La mayor parte de la carretera está balizada con indicadores de
trazado y tiene barreras de seguridad. Sin embargo, hay muchos
tramos sin ningún tipo de protección que hacen muy peligrosa esta
carretera. Fuentes del Departament de Carreteres indicaron a este
diario que sería necesario actuar sobre estos tramos e instalar
barreras de seguridad, pero precisaron que es necesario un elevado
presupuesto, sobre todo, si se quiere instalar pretiles como en el
resto de carreteras de montaña.
«El mayor peligro existe en invierno. Cuando nieva, los coches
pueden patinar y salirse de la carretera», han asegurado las mismas
fuentes. Afortunadamente y aún siendo una de las carreteras más
peligrosas de la Isla, en la comarcal C-710 no se producen muchos
accidentes de tráfico. De hecho, es una carretera poco transitada.
Cada día, circulan por esta vía una media de 3.000 vehículos, y en
tramos como el de Lluc a Fornalutx no llega a los 2.500. Además de
no estar sufiencientemente protegida, de todas las carreteras de
montaña de la Isla la del Port d'Andratx al Port de Pollença es la
que tiene mayor riesgo de desprendimiento de rocas. Sujetar la
montaña requería una partida presupuestaria aparte.
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