Los motoristas náuticos de Alcúdia han presentado sus quejas ante
el Ajuntament porque no pueden utilizar el viejo varadero público
para embarcaciones ubicado en el paseo marítimo del Port. Las obras
de embellecimiento y peatonalización impiden el acceso de las
barcas hasta la rampa de descenso de embarcaciones obligando a los
usuarios de pequeñas barcas y motos náuticas a acudir al varadero
privado de Alcudiamar.
Si en un primer momento fueron los pescadores quienes mostraron
su disconformidad con la retirada de la rampa, único acceso
gratuito para trasladar pequeñas embarcaciones al mar, ahora son
los aficionados a las motos náuticas quienes con la llegada de la
temporada alta se quejan de la falta de un varadero público. Los
propietarios de pequeñas embarcaciones deben recurrir al varadero
privado de Alcúdiamar que cobra entre 6.000 y 7.000 pesetas por
viaje, según denuncian los afectados.
Los afectados reclaman al Consistorio la construcción de una
nueva rampa que podría instalarse justo delante del antiguo
secadero de redes, junto al muelle de pescadores. Consideran que en
este enclave hay espacio suficiente para maniobrar con los
remolques. Mientras se busca otra solución, los usuarios de motos
náuticas las lanzan al mar en zonas como Alcanada pero son
conscientes de que no es un movimiento totalmente seguro, debido a
la gran cantidad de bañistas que hay. Otros usuarios optan por
desplazarse a los municipios vecinos para botar las barcas y
acceden a Alcúdia a través del mar.
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