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ELENA BALLESTERO/R. P. F. Los motoristas náuticos de Alcúdia han presentado sus quejas ante el Ajuntament porque no pueden utilizar el viejo varadero público para embarcaciones ubicado en el paseo marítimo del Port. Las obras de embellecimiento y peatonalización impiden el acceso de las barcas hasta la rampa de descenso de embarcaciones obligando a los usuarios de pequeñas barcas y motos náuticas a acudir al varadero privado de Alcudiamar.

Si en un primer momento fueron los pescadores quienes mostraron su disconformidad con la retirada de la rampa, único acceso gratuito para trasladar pequeñas embarcaciones al mar, ahora son los aficionados a las motos náuticas quienes con la llegada de la temporada alta se quejan de la falta de un varadero público. Los propietarios de pequeñas embarcaciones deben recurrir al varadero privado de Alcúdiamar que cobra entre 6.000 y 7.000 pesetas por viaje, según denuncian los afectados.

Los afectados reclaman al Consistorio la construcción de una nueva rampa que podría instalarse justo delante del antiguo secadero de redes, junto al muelle de pescadores. Consideran que en este enclave hay espacio suficiente para maniobrar con los remolques. Mientras se busca otra solución, los usuarios de motos náuticas las lanzan al mar en zonas como Alcanada pero son conscientes de que no es un movimiento totalmente seguro, debido a la gran cantidad de bañistas que hay. Otros usuarios optan por desplazarse a los municipios vecinos para botar las barcas y acceden a Alcúdia a través del mar.