La empresa Superna, promotora de 24 viviendas en la avenida Santa
Eulalia de Can Picafort, tiene aparentemente todos sus papeles en
regla, aunque no obtendrá el final de obra hasta que el Ajuntament
de Santa Margalida repare el «error» que cometió hace más de un año
cuando vendió un solar a la promotora y emitió una cédula
urbanística como si fuera suelo residencial, por tanto en
condiciones de ser edificado, tratándose de una zona verde.
Superna posee una escritura de propiedad firmada por el alcalde,
Antoni del Olmo, una segregación de los mismos terrenos, una cédula
urbanística que califica el suelo como urbano, una licencia de obra
y un certificado expedido día 10 de julio por el Ajuntament, sólo
tres días después de que apareciera la primera denuncia contra la
obra. El arquitecto municipal certifica que «las obras se han
ejecutado de acuerdo con el proyecto aprobado y objeto de concesión
de licencia, no habiéndose observado deficiencias ni anomalías
sustanciales en las mismas».
La promoción de 24 viviendas distribuidas en cuatro bloques
debería estar finalizada a final de año. De hecho, según informa la
promotora, 18 de las viviendas ya han sido vendidas y otras dos
están apalabradas. Como todas las promociones que cumplen con la
ley vigente, ésta ha parado sus trabajos en verano para no
ocasionar molestias en esta zona turística. No obstante, día 15 de
septiembre llegará nuevo material y se ha concertado con un
constructor la reanudación de la obra. La promotora teme que a raíz
de los acontecimientos de los últimos días, los propietarios, la
constructora o incluso el banco, con el que gestionan las
hipotecas, puedan dar marcha atrás en esta promoción
inmobiliaria.
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