La tradición vinícola es milenaria en Mallorca.

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El vino que se produce en las comarcas del Pla y Llevant de Mallorca contarán a partir de ahora con un distintivo de calidad: la denominación de origen que permitirá que la producción mallorquina sea reconocida en todos los países del mundo. Esta noche, se hará realidad el sueño de muchos viticultores que han trabajado muy duro para conseguir este sello de calidad, puesto que se presentará en la Casa de Cultura de Felanitx la denominación de origen del Pla y Llevant de Mallorca.

Jaume Mesquida, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, será el encargado de presentar el acto. Este distintivo abarca las regiones que llevan ya una gran tradición productora de vino y otras que actualmente no poseen bodegas ni cultivos de viñas a gran escala, pero que en algún momento de su historia tuvieron la fama de ser productores de vino. A pesar de que estas regiones no sean actualmente productoras de vino poseen unas condiciones naturales, aptas para que se pueda, en un futuro, volver a producir. Los municipios que configurarán la denominación de origen Pla i Llevant de Mallorca son los siguientes: Algaida, Ariany, Artà, Campos, Capdepera, Felanitx, Llucmajor, Manacor, Maria de la Salut, Montuïri, Muro, Petra, Porreres, Sant Joan, Sant Llorenç, Santa Margalida, Sineu y Vilafranca.

Según Jaume Mesquida, «me hubiera gustado que en la denominación de origen hubieran entrado todos los pueblos de Mallorca, puesto que esto habría supuesto una mayor difusión a nivel mundial. Esta denominación conjunta para Mallorca también debería contemplar subdenominación con las diferentes particularidades de cada región geográfica». No obstante, Mesquida ha manifestado que «Binissalem, que acoge la región comprendida por los pueblos de Santa Maria, Santa Eugenia, Sencelles y Consell, se opone a esta denominación conjunta, por lo que será muy difícil conseguir este distintivo para toda la Isla».