La sorprendente petición del Ajuntament de ses Salines, gobernado
por Unió Mallorquina y Partido Popular, ha trascendido después de
que el alcalde, Antoni Caldentey, anunciase públicamente la
intención de construir un paseo que uniese la Colònia de Sant Jordi
y es Carbó. Esta playa, linda con la finca de s'Avall, propiedad de
la familia March, se encuentra a un kilómetro y medio de la
Colònia. Es Carbó es una de las pocas playas vírgenes que hay en la
Isla, aunque durante los meses de verano se encuentra totalmente
saturada de embarcaciones.
La petición del Ajuntament saliner, que está firmada por Juan
Burguera, primer teniente alcalde y delegado de Urbanismo,
justifica que la playa de es Carbó «no dispone de ningún tipo de
instalación temporal para la atención de la misma». «Los usuarios»,
razona la petición, «no disponen de hamacas para tomar el sol, no
tienen servicio de bar que pueda ofrecerles bebidas o comidas
rápidas, y se ven obligados a llevarse su propia cesta de comida y
luego, algunos de ellos, tiran los desperdicios y papeles en la
playa».
La petición municipal argumenta que la instalación de servicios
en la playa es necesaria ya que los turistas «hacen sus necesidades
fisiológicas o bien en el mar o en la zona boscosa situada junto a
la playa, y todo ello degrada el medio ambiente».
Para el Ajuntament de ses Salines es «de primera necesidad dotar
a la playa de un kiosko-bar», así como servicios sanitarios y un
pequeño botiquín de urgencias para prestar los primeros auxilios en
caso de necesidad». La petición del Ajuntament de ses Salines debe
ser tramitada por la Conselleria de Medio Ambiente, que es la que
tiene competencias en la regulación de las playas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.