El Ajuntament había anunciado el verano pasado que en el mes de
octubre de este año ya se podrían utilizar las instalaciones del
nuevo aparcamiento. Ahora, en noviembre, se espera que hasta dentro
de tres meses no se pondrá en marcha la gestión de las nuevas
instalaciones.
Los factores más importantes que causarán el retraso de la
puesta en funcionamiento de los aparcamientos subterráneos serán
los trámites burocráticos, puesto que las obras se encuentran «en
su recta final», según aseguró el delegado de Servicios Generales y
miembro de la Societat Anònima Municipal, Francesc Acuñas, que será
la entidad que se encargará de la gestión directa de los
aparcamientos.
Acuñas ha explicado que «una vez que se hayan terminado las
obras de los aparcamientos, el Ajuntament debe recepcionar las
obras para después hacer la cesión al Pla Mirall, puesto que
constituye una parte del proyecto de embellecimiento de la zona.
Cuando se hayan terminado las obras correspondientes al Pla Mirall,
se deberán entregar las obras al Ajuntament y éste finalmente debe
entregar la gestión de los aparcamientos a la Societat Anònima
Municipal (SAM)».
El concejal socialista apunta que «los trámites administrativos
pueden retrasar en dos o tres meses más poder utilizar los
aparcamientos subterráneos». Acuñas asegura que «desde la SAM se
está trabajando para tenerlo todo a punto pero no se puede pasar
por delante de los trámites establecidos». Los aparcamientos de
Jordi Caldentey han sido muy polémicos. Primero los terrenos, al
ser arcillosos, eran poco apropiados y se reforzó la estructura,
encareciendo las obras. Han contado con la oposición frontal de los
vecinos de Na Camel·la.
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