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T. GARCIES/M.C. El sonido de la campana de Maria vuelve a sonar a bronce. Después de varias semanas en las que lo que oían los habitantes de Maria era «play back», debido al mal estado de la campana mayor, ésta fue sustituida ayer por una nueva que ya empezó a sonar por la tarde. La solución de poner un disco grabado con el sonido de las campanas por la megafonía, ideada por el rector de la localidad, Felip Diez, pasará a ser ahora otra anécdota del pueblo.

Fabricada en Francia, la nueva campana es una réplica exacta de la que campana que ha había hasta ahora, dedicada a la virgen de la Salud. Su traslado no resultó ser una tarea fácil debido al peso de la pieza que, fabricada en bronce fundido, alcanza los 350 kilos, a los que se les deben de añadir 100 más del contrapeso de roble francés. Para trasladarla hasta la entrada de la iglesia parroquial, fueron necesarios hasta seis hombres. Una vez allí, una grúa se encargó de soportar el peso de la campana y subirla hasta la torre del campanario.

El cambio de campana ha servido para automatizar su funcionamiento, coordinándola al funcionamiento el reloj. Técnicos de una empresa especializada de Barcelona se desplazaron hasta María para ello. Además, éste también ha servido para cambiar el embigado que soportaba el peso de las dos campanas que hay en el campanario, una de las cuales ha sido conservada. El coste de todos los trabajos ascienden a tres millones de pesetas, que ha aportado la parroquia. La nueva campana será estrenada oficialmente la víspera de Navidad.