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Sólo 40 de los más de 500 molinos de viento que pueblan el paisaje de la zona norte de Mallorca recuperarán finalmente su aspecto original y conseguirán extraer agua de nuevo. La Mancomunitat Nord, el Govern balear, el Consell de Mallorca y la Caixa Rural anunciaban hace apenas un año un espectacular plan de rehabilitación que conseguiría a un tiempo recuperar el típico paisaje mallorquín ahorrando una gran cantidad de agua y energía.

El proyecto, financiado en parte con fondos del programa Life de la Unión Europea, había tenido una gran acogida entre los payeses. Más de 50 propietarios de Muro se acogían a las ayudas, a los que se sumaba una treintena de propietarios de molinos de sa Pobla y 3 de Alcúdia. Los interesados debían abonar entre un 35 y un 45 por ciento del coste total de la reforma mientras que el resto estaba subvencionado por el Govern, el Consell, la Mancomunitat, la Caixa Rural y la Unión Europea.

El Consell Insular anunció hace unos meses que no aportaría ninguna cantidad en metálico, sino que prestaría la mano de obra especializada de los talleres de Fodesma. La noticia desanimó a algunos propietarios que vieron cómo el coste subvencionado decrecía. Más recientemente la Caixa Rural también se ha retirado del proyecto por lo que el teniente de alcalde de Muro, Onofre Plomer, calcula que «los propietarios tendrán que pagar más de un 50 por ciento del coste de la rehabilitación».

De los 50 propietarios de molinos de Muro que habían presentado sus solicitudes en el Ajuntament, sólo quedan 15. En sa Pobla el alcalde, Jaume Font, ha confirmado que también se ha notado un fuerte descenso en el número de interesados. «Teníamos unos treinta y ahora deben quedar una docena», explica. En Alcúdia, por ahora, no ha habido bajas. De momento, ninguno de los ayuntamientos descarta la ejecución del proyecto aunque el teniente de alcalde de Muro, Onofre Plomer, avanza que «lo vemos realmente difícil».