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La crisis protagonizada por el PSOE en diferentes municipios de la Isla, tanto a nivel de ejecutiva como de grupos municipales hace pensar que esta formación política puede perder poder en localidades tan importantes como Alcúdia, Manacor o Pollença. La destitución fulminante del teniente de alcalde de Manacor y edil socialista, Francesc Acuñas, por parte del alcalde, Miquel Riera (ALM-UM) el pasado 16 de agosto ha abierto una profunda crisis en el pacto de Manacor que amenaza con ser muy larga por el clima de desconfianza que reina entre los partidos de ALM-UM, PSM, AIPC y el PSOE, que después de su destitución, pasó a la oposición.

En Alcúdia la crisis interna del PSOE avanza a pasos agigantados. Las primeras discrepancias surgidas varios años atrás se paliaron en cierto modo con la inclusión de Pedro González en las listas de las pasadas elecciones municipales. Sin embargo, este mismo edil fue destituido, a finales del mes de julio del presente año, de todos sus cargos en el Ajuntament a petición de su propio partido, abriendo un nuevo debate en el seno de la formación.

El PSOE también ha protagonizado en Binissalem ciertos acontecimientos que afectan a la gobernabilidad del pacto que mantiene con los nacionalistas. El tema que hizo saltar la chispa fue la propuesta de los nacionalistas, socios de gobierno del PSOE, de desclasificar los terrenos previstos para la construcción de la segunda fase del polígono industrial, una sugerencia que ha abierto dos corrientes diferenciadas dentro del propio PSOE.

En Pollença, el PSOE ha protagonizado en lo que va de legislatura dos crisis de gobierno. La alcaldesa, Francisca Ramón, ocupa este cargo en función del pacto postelectoral suscrito con sus socios de gobierno de UM y PSM pero, al igual que ocurre en otras poblaciones como Inca, Ramón no es la secretaria general del PSOE de la localidad. Este cargo recae en la figura de Pere Capó, edil en el Ajuntament, que ha protagonizado las principales crisis que durante los últimos dos años han hecho peligrar el pacto.

Los problemas en Inca comenzaron el pasado mes de noviembre con la elección del ex alcalde de Jaume Armengol como secretario general de la agrupación, ya que de los cinco ediles que componían el grupo municipal sólo Lluís Contreras fue incluido en la nueva ejecutiva. Armengol ganó al otro candidato socialista Jaume Mestre, que hasta aquellos momentos era el portavoz del grupo municipal. Mestre anunció que abandonaba su cargo porque su derrota significaba que no contaba con el apoyo necesario en el partido, aunque manifestó que sí tenía el de sus compañeros del grupo municipal.