La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y su marido,
Francesc Lillo, tendrán que encargar un proyecto totalmente nuevo
si quieren edificar una casa en el solar urbano que poseen en
Alaró. El delegado de Urbanismo, Joan Simonet (PP), ha informado
que el Ajuntament ya ha cerrado de forma definitiva el expediente
abierto cuando se pidió licencia para construir una vivienda en la
calle de Son Borràs. El proyecto presentado no se ajustaba en
ningún caso a la normativa municipal, que exige la construcción
entre medianeras y alineada a la calle con un máximo de planta baja
y un piso.
Simonet comenta que éste ha sido el principal motivo para
denegar el correspondiente permiso, ya que no se respetaba la
tipología de la zona al situar la casa en medio del solar, el
último del núcleo urbano y que limita con suelo rústico. El
concejal de Urbanismo ha confirmado que si se presenta un nuevo
proyecto habrá que iniciar un nuevo proceso administrativo, lo que
provocará que la petición se vea afectada por las cuotas de
licencias impuestas por el Govern. De hecho, Simonet ha reiterado
que el Ajuntament ha agotado las cuotas de unifamiliares para este
año y que habrá que esperar hasta el próximo año para ver si puede
entrar en la neuva cuota. Así ha informado de que ya hay lista de
espera para el próximo año.
Por su parte, el alcalde, Josep Gomila (PSM), ha declinado hacer
cualquier tipo de declaración oficial respecto a este asunto. No
obstante indicó: «Esta obra pertenece al ámbito privado de una
persona y no tiene nada que ver con su gestión pública».
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