Joan Mesquida muestra por dónde iría el paseo. Foto: TOMEU OBRADOR

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T. OBRADOR/ J. M. S. La intención de construir un paseo peatonal por parte del Ministerio de Medio Ambiente no ha sentado nada bien entre el vecindario de ses Covetes, que ha expresado su rechazo frontal y su indignación. Algunos afectados ya han anunciado que tienen la intención de recoger firmas contrarias a esta obra.

El pasado sábado, unos 60 vecinos del núcleo costero, muchos de ellos de Porreres y de Palma, se reunieron con los técnicos Ramiro Aurin y Carlos Jover; el alcalde, Andreu Prohens; y varios concejales del equipo de gobierno y de la oposición. En este acto, se les explicó que el paseo será un empedrado de unos cuatro metros de anchura y que se instalarán pasarelas de madera, bancos y farolas de diez metros de altura. Además, está previsto peatonalizar la calle des Murters.

Este proyecto se enmarca en un programa que el gabinete comandado por Jaume Matas prevé ejecutar en el litoral del Migjorn: paseos en la Colònia de Sant Jordi, ses Covetes y sa Ràpita y la instalación de pasarelas de madera en determinados lugares de la playa de es Trenc, con el objetivo de salvaguardar el sistema dunar.

Ante esta situación, los vecinos increparon al alcalde de Campos, Andreu Prohens (PP), y le preguntaron: «¿Qué ganará el pueblo con este plan?». El batle no contestó. Las críticas respecto a las farolas fructificaron en forma de acuerdo, ya que se decidió retirarlas y optar por un sistema de balizamiento. En ses Covetes hay un camino de tierra y los vecinos no quieren «que se construya uno paralelo que degradará el ecosistema».