Más de 1.400 toneladas de agua potable es la cantidad diaria que la
red municipal de agua pierde, sin que nadie haya averiguado la
causa. Así lo pone de manifiesto en un estudio técnico que hizo
público el alcalde, Miquel Ramis, en el último pleno.
El consumo diario de la población no llega a las 900 toneladas
diarias mientras que los pozos municipales extraen una media de
2.300 toneladas. El principal efecto de este desajuste es que la
nueva potabilizadora ya se ha quedado pequeña al poder asumir un
caudal máximo de 1.600 toneladas diarias. Ello obliga al Ajuntament
a mezclar el agua filtrada con caudal con nitratos para garantizar
el suministro.
Con un 75% de la red revisada sólo se han reducido en un 5% las
pérdidas, por lo que parece que las fugas no son las causantes de
la desorbitada cifra y se baraja la posibilidad que ésta se deba al
deficiente estado de los contadores e incluso a la existencia de
fraudes.
Así, Ramis indicó que se empezarán a renovar de forma inmediata
todos los contadores ubicados en suelo urbano y en los presupuestos
del próximo año ya se han destinado más de 24 millones de pesetas
(148.000 euros) para diferentes obras destinadas a garantizar el
suministro como adecuar los depósitos con grupos electrógenos,
hacer operativo un tercer pozo municipal o cambiar los contadores
particulares. También se puso de manifiesto la necesidad de renovar
las tuberías de más de 30 años.
El Ajuntament gestionará el próximo año unos presupuestos de 7'2
millones de euros (casi 1.200 millones de pesetas), que se
caracterizarán por un importante recorte en inversiones, aunque los
proyectos municipales totalizan más de 2 millones de euros.
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