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TOMEU GARCIES Más de 1.400 toneladas de agua potable es la cantidad diaria que la red municipal de agua pierde, sin que nadie haya averiguado la causa. Así lo pone de manifiesto en un estudio técnico que hizo público el alcalde, Miquel Ramis, en el último pleno.

El consumo diario de la población no llega a las 900 toneladas diarias mientras que los pozos municipales extraen una media de 2.300 toneladas. El principal efecto de este desajuste es que la nueva potabilizadora ya se ha quedado pequeña al poder asumir un caudal máximo de 1.600 toneladas diarias. Ello obliga al Ajuntament a mezclar el agua filtrada con caudal con nitratos para garantizar el suministro.

Con un 75% de la red revisada sólo se han reducido en un 5% las pérdidas, por lo que parece que las fugas no son las causantes de la desorbitada cifra y se baraja la posibilidad que ésta se deba al deficiente estado de los contadores e incluso a la existencia de fraudes.

Así, Ramis indicó que se empezarán a renovar de forma inmediata todos los contadores ubicados en suelo urbano y en los presupuestos del próximo año ya se han destinado más de 24 millones de pesetas (148.000 euros) para diferentes obras destinadas a garantizar el suministro como adecuar los depósitos con grupos electrógenos, hacer operativo un tercer pozo municipal o cambiar los contadores particulares. También se puso de manifiesto la necesidad de renovar las tuberías de más de 30 años.

El Ajuntament gestionará el próximo año unos presupuestos de 7'2 millones de euros (casi 1.200 millones de pesetas), que se caracterizarán por un importante recorte en inversiones, aunque los proyectos municipales totalizan más de 2 millones de euros.