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El malestar de los empleados municipales del Ajuntament de Calvià se hizo visible el pasado día 22 cuando la asamblea del personal funcionario convocada por el sindicato CC OO votó mayoritariamente en contra de firmar el convenio y a favor de proseguir la negociación, pese a que el último convenio colectivo expiró hace ya más de un año. Sobre 241 votantes, apenas el 39% se mostró favorable a firmar el convenio y el 61% restante se opuso.

En la negociación del personal municipal se han dado varias circunstancias que han enturbiado las relaciones, especialmente la dimisión de algunos representantes electos de los trabajadores. Se da la circunstancia de que varias de las renuncias han sido suplidas por personal perteneciente a la Policía Local, lo que ha supuesto que empleados de otros departamentos les hayan acusado de «barrer para casa» y ser especialmente sensibles con este colectivo en detrimento del resto de funcionarios.

El resultado de la asamblea de la pasada semana coincide con esta percepción. En el Ajuntament, los votos en contra de la propuesta de convenio fueron 134 (92'41%), frente a sólo once (7'59%) favorables. En cambio, en el referéndum celebrado en la Policía Local, los apoyos al convenio fueron 83 (86'46%) y los votos negativos apenas trece (12'54%).

Tras unos meses de negociación, los representantes de UGT, hasta ahora mayoritarios en la Casa Consistorial, señalan que el convenio «es el mejor posible». Por su parte, CC OO entiende que la propuesta, pese a llevar meses de negociación, no es nada satisfactoria para los trabajadores. Gran parte del malestar se debe a que el convenio contempla recortes en las prestaciones sociales (régimen de vacaciones, asistencia médica, etc.). «Es un escándalo, y más si se tiene en cuenta que el equipo de gobierno es del PSOE», dice un sindicalista.