Margalida Rosselló dijo ayer en que el Govern no quiere regeneraciones artificiales. Foto: TOMEU GARCIES

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En la cofradía de pescadores de Santanyí han mostrado su desacuerdo con que se extraiga arena de la emblemática zona porque «al sector no le interesa al tratarse de una zona de calado de artes menores». El presidente de la cofradía de la Colònia de Sant Jordi (ses Salines), Lluís Mas, manifiesta que no está conforme en que se saque arena a tres Kilómetros del Parque Nacional de Cabrera porque «afecta a todo el sistema submarino; se hará un escrito y todo lo posible en contra». Miquel Vidal afirmó: «Como alcalde de Santanyí estoy del lado de los pescadores y si la extracción les perjudica les apoyaré».

El grupo ecologista GOB comenzará una campaña contra la intención del Ministerio de Medio Ambiente. Los ecologistas afirman que el Gobierno central ha hecho «una jugada» ya que ahora se ampara en que el Congreso de los Diputados aprobó en 2000 una modificación del real decreto según la que ya no es necesario un estudio de impacto ambiental para poder extraer tres millones de metros cúbicos de arena al año. El GOB dice que lo que el Ministerio quería hacer en 1997 en un año (sacar 8 millones de m3 de arena al año) puede hacerlo ahora en tres años.

El Govern balear se opone frontalmente a que se regeneren de forma artificial las playas utilizando yacimientos externos. La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, considera que «mejorar las playas con arena de yacimientos del mar tendría efectos ecológicos muy negativos». Rosselló afirmó ayer que «en las playas del norte no es necesaria una aportación externa de arena ya que se puede redistribuir la que se ha desplazado».

Rosselló recrimina al Gobierno central haber aprovechado el temporal para ejecutar obras que no son de emergencia y que son «medioambientalmente incorrectas». En este grupo sitúa la regeneración de playas y apuesta por una restauración blanda. También defiende que se ordenen los amarres de s'Oberta pero no aprovechando las obras urgentes. El GOB lamenta que al estar el yacimiento en aguas exteriores el Govern carece de competencias y no puede pronunciarse.