Los calçots se degustaron sin manías. Foto: MARGALIDA FUSTER.

TW
0

Más de un millar de personas acudieron ayer a la tradicional calçotada que cada año se celebra en la localidad de Porreres, en el edificio de ses Escoles Noves. Se trata de un acontecimiento social en el que, la mayoría de la gente que acude a este acto lo hace más por la fiesta que por la comida en sí, cuyo único objetivo es pasar un rato agradable con su familia o amigos.

En total, se asaron 18.000 tiernos calçots a fuego lento sobre la leña procedente de pino, que después se acompañaron con dos trozos de butifarra, pan y una riquísima salsa realizada a base de tomate y otros ingredientes que mezclado con los calçots, obtiene tiene un agradable sabor.

Tampoco faltó la participación de las colles castelleres Al·lots de Llevant y Castellers de Mallorca que actuaban mientras en la parte trasera del colegio se estaban asando los calçots. En la otra parte del edificio, se pudo escuchar un enriquecedor surtido de habaneras que muy cuidosamente cantaron los componentes del grupo musical.

Los beneficios que se obtienen con esta fiesta revierten a las entidades organizadoras.