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Majórica amenaza con «tomar medidas drásticas de reestructuración sin contar con el apoyo del Govern, sin aportación de los accionistas y sin asegurar con ello la continuidad de la compañía ni de su actividad en la Isla, ya que en un proceso de disolución la marca podría terminar en manos de un postor de fuera de Mallorca». La firma perlera anunció ayer así lo que mucha gente se temía desde el principio, que la marca desaparecería de Manacor y en consecuencia de Mallorca.

No obstante, ante estas amenazas, el vicepresidente del Govern y conseller d'Economia, Comerç i Indústria, Pere Sampol, quien ayer se reunió con los tres comités de empresa junto con el conseller de Treball, Eberhard Grosske, aseguró que esto era una «medida de presión» hacia los trabajadores pero que en estos momentos, cuando la empresa tiene pendiente de resolver una suspensión de pagos, no puede llevar a cabo una reestructuración de la plantilla, ni vender la marca, ni solicitar la quiebra. Las declaraciones por parte de Majórica salen después de que el Govern exija una mayor aportación de capital, 12 millones de euros, en lugar de los 3 millones que había ofertado en un primer momento la dirección.

En este aspecto, Sampol destacó que «no existe ninguna negativa por parte del Govern de avalar el préstamo de 4'2 millones de euros». «Sin embargo, lo queremos hacer con todas las garantías y con unos compromisos muy firmes que se exigieron desde un primer momento, como era la continuidad de la productividad en Manacor y un plan de viabilidad que asegurara la actividad en un periodo de 10 años», agregó.

Sampol también explicó que «día 28 de febrero, los titulares de las conselleries de Treball, Hisenda y Economia, Comerç i Indústria firmaron un compromiso en el que los accionistas aportaban 3 millones de euros, el Govern avalaba 4'2 millones con una serie de condicionantes y su respuesta a este acuerdo es que el día 5 de marzo, recibimos un fax en el que se nos comunica que Majórica presenta una suspensión de pagos. Nosotros creemos que tenían previsto llevar a cabo esta operación mucho antes porque en cinco días no se puede presentar una suspensión de pagos».

Sampol anunció ayer a los trabajadores que habían dicho a Majórica que si no podían aportar el capital de 12 millones de euros, se plantearan la posibilidad de vender la empresa. De hecho, «estamos en contacto con dos grupos industriales integrados con gente de Mallorca que han manifestado su voluntad de comprar Majórica, los inversores están dispuestos a invertir 1.500 millones de pesetas, una vez saneada la empresa con el objeto de reformar y proseguir con la actividad perlera» concluyó Sampol.