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ANTONI BETTI El Ajuntament de Puigpunyent ha denunciado ante la Comissió Insular de Patrimoni Artístic una serie de obras que se desarrollaban en suelo rústico de especial protección (ARIP), concretamente en la finca Ca na Beneta, en el núcleo de Galilea. El propietario de la finca, el alemán Dirck Reifferscheidt, ha construido una serie de muros de hormigón que en algunos tramos alcanzan los cuatro metros de altura.

El concejal de Urbanismo del Consistorio de Puigpunyent, Sebastià Bauçà, ha explicado a este periódico que «probablemente esta obra ha podido suponer la destrucción de otros marges, para así poder dotar al terreno de una mayor amplitud». Visto el impacto medioambiental que produce la mencionada construcción, el Ajuntament considera los hechos de especial gravedad por lo que ha puesto el tema en conocimiento de la Comissió Insular de Patrimoni.

Las obras ya han sido paralizadas por el área de Urbanismo municipal y se ha abierto el correspondiente expediente de infracción urbanística. Una vez que la Comissió de Patrimoni reciba la denuncia del Ajuntament, un inspector visitará la zona y elaborará el informe que determinará si se procede a la apertura de otro expediente de infracción urbanística. La resolución del expediente determinará si la obra es legal o si se deben derribar los muros de hormigón.