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TOMEU OBRADOR La imagen de la Virgen Marí dio tres saltos y, enseguida, la banda de música interpretó, por segundo año consecutivo, un recortado himno de España. Poco después, en el interior de la parroquia, el organista volvió a sonar la polémica pieza, esta vez más extensa. Como también ya se ha convertido en tradición, algunos músicos de la banda se desentendieron y sus instrumentos no «ensalzaron» el emotivo encuentro.

De esta forma, se hizo caso omiso de las recomendaciones del Vaticano, que mediante un escrito conseguido por el grupo político de UM, en la oposición, establecía que «en actos religiosos, sólo música religiosa». Nadie del equipo de gobierno popular ni tampoco de la Rectoría intervino a fin de progresar al respecto.

Por otra parte, en la mañana del domingo aparecieron pintadas que decían: «Moros no» y «Viva España». Precisamente este último lema fue reflejado con esprais ante las viviendas (en la calzada) de los regidores de UM, Joan Josep Mas y Guillem Ginard. No se conocen los autores de estas pintadas, y como pasa cada año, se podrían atribuir a otras personas que no tienen nada que ver con los quintos pero que aprovechan su fiesta.

Asimismo, los quintos y quintas protagonizaron una noche de lo más ruidosa (se tiraron múltiples petardos) y alguna que otra anécdota. En este sentido, colocaron sa pedra rodona en la rotonda llamada popularmente del segon batle, ubicada en la Avinguda de la Verge, muy próxima a la carpintería del alcalde. Durante la mañana, entonaron las típicas Sales y recogieron comida y dinero. Más de un conductor se vio sorprendido por la animación.