Los más pequeños también mostraron sus vacas en el concurso de futuras promesas.

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Campos recuperó ayer la esencia de la Fira de Maig, la muestra y el concurso morfológico de vacas. Después de un año sin ejemplares vacunos, ayer más de un centenar de vacas frisonas llenaron el recinto ferial de Campos. Vacas mallorquinas y menorquinas procedentes de 16 fincas de las dos islas, despertaron una gran expectación entre los cientos de visitantes que asistieron a uno de los acontecimientos festivos más importantes de la localidad del Migjorn.

El año pasado las enfermedades de la lengua azul y la encefalopatía espongiforme bovina impidieron la celebración del concurso morfológico. Esta edición, la fira de ses vaques en Campos recuperó todo el esplendor perdido. El público pudo disfrutar de los mejores ejemplares frisones con la entrega de premios y trofeos del XXIV concurso morfológico nacional selecto reproductor bovino.

Este año, Menorca, que hacía 6 años que no concursaba, ha sido la triunfadora del certamen. La vaca Teresa Leader Gegamia, de una granja de Ferreries, fue la gran campeona. Gabriel Marquès, su propietario, recibió el galardón del conocido juez Víctor Badiola, procedente de una prestigiosa granja de Asturias.

Los más pequeños, un total de 14, también sacaron sus vacas en la feria y participaron en el concurso de futuras promesas, una sección especial del concurso morfológico nacional. Los niños se convirtieron en payeses por un día y mostraron orgullosos sus jóvenes animales.

Aunque las vacas fueron las protagonistas de la Fira de Maig, el programa también contó con una exposición de perros de caza, un concurso de canes de todas las razas con pedigree, así como la sexta muestra de aves seleccionadas, organizada por el Grup de Criadors Units.