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La familia Morell Magraner, propietaria de la finca de Son Real, venderá 395 hectáreas de suelo protegido al Govern de las Illes por 13 millones de euros, a pesar de no tener precontrato firmado y de haber recibido ofertas de compra de particulares más ventajosas en la última semana. La noticia de que el Govern balear comprará la finca de Son Real por 13 millones de euros ha despertado el interés de numerosos particulares que se han interesado por hacerse con esta emblemática possessió, que se extiende desde el torrente de Son Bauló hacia el sur, a lo largo de 1.700 metros de costa.

El Govern se puso en contacto después del verano con los nueve hermanos herederos de la finca para ofrecerse a comprar 395 hectáreas de este Area Natural de Especial Interés (ANEI). La finca se extiende mucho más allá, pero la parte agrícola no ha interesado a las instituciones. De hecho, los hermanos Morell Magraner no se han planteado la posibilidad de vender esta parte que está en explotación. Actualmente, sólo existe un compromiso verbal de venta entre el Govern y los propietarios. No obstante, esta declaración de intereses es garantía suficiente para la familia. Fuentes muy próximas a los Morell Magraner han informado de que la finca no se venderá a otro comprador mientras el Govern esté interesado.

Aún así, la operación está aún «muy verde», según confirma la propia familia y el recurso presentado contra la ecotasa podría retrasar la adquisición de la finca. Se trata de 390 hectáreas de suelo protegido poblado de pinar en prácticamente toda su extensión. Los terrenos incluyen un importante yacimiento arqueológico, el de sa Punta dels Fenicis, que contiene una necrópolis que fue declarada monumento histórico en 1964. En la finca se halla también un poblado pretalayótico y el Santuario de sa Punta des Patró. Estos elementos patrimoniales, a los que se suman las antiguas casas y el interés biológico de este tramo virgen del litoral, convierten la finca en un lugar único.