La basílica del santuario de Lluc acogió ayer la celebración de una
Eucaristía presidida por el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, tras
la que se rindió un sencillo homenaje a ocho sacerdotes de la
Diócesis que cumplen durante este año sus bodas de oro en el
ministerio sacerdotal.
Los homenajeados pudieron celebrar junto al obispo y numerosos
compañeros la jornada de fraternidad, que celebran anualmente los
presbíteros de la Iglesia de Mallorca para conmemorar la festividad
de Jesucristo sacerdote y en la que también se tiene un recuerdo
especial para los que cumplen sus bodas de plata sacerdotales y
para todos los religiosos fallecidos en la comunidad durante el
último año.
Los sacerdotes que fueron ordenados en 1952 y que recibieron el
homenaje ayer en Lluc fueron Francesc Betti Martorell, párroco de
s'Arracó hasta hace poco; Blai Darder Caldentey, párroco de
Palmanova; Miquel Genovart Genovart, párroco de s'Esglaieta; Joan
Martorell Mir, vicario de Santa Catalina Thomàs; Baltasar Morey
Carbonell, responsable del archivo de la casa de la Iglesia,
presidente de la Unión Apostólica del Clero; Guillem Parera Galmés,
adscrito a la parroquia dels Dolors de Manacor; Dionís Sastre
Alonso, canónigo de la Catedral, y Baltasar Soler Serra, vicario de
Santa Maria la Major de Inca.
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