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TOMEU GARCIES El alcalde de Muro, Miquel Ramis, acusó al regidor de UM Joan Cerdó de utilizar su cargo para conseguir que la Policía Local le retirara una multa de tráfico. Ramis aprovechó el último pleno para echar en cara al edil «esta triste práctica», poniéndola como ejemplo de que «no se puede llevar un control real de las multas impuestas ya que esta sanción que quitó el policía ya no le llegó al alcalde para firmarla».

El alcalde respondía así a UM que había denunciado que se recortaba una parte del sueldo a los agentes que imponían menos sanciones. Curiosamente, los regidores de UM no pudieron rebatir el duro ataque de Ramis, ya que al principio de la sesión habían abandonado sus asientos y se habían sentado entre el público.

Esta medida era una acción de protesta por el hecho de que el alcalde no hubiera incluido en el orden del día los ruegos y preguntas, ya que la sesión tenía que ser la continuación de la sesión ordinaria suspendida la pasada semana. Anteriormente, el regidor del PSM Pau Mateu también había abandonado la sesión por el mismo motivo.

Por su parte, el regidor Cerdó (UM) negó fuera del pleno las acusaciones del alcalde. Cerdó contó que dejó el coche aparcado y que se le estropeó justo el día que cambiaba la acera de aparcamiento y dijo que la policía le quitó voluntariamente la multa tras conocer su coche.

Por otra parte, el alcalde Miquel Ramis exigió al portavoz de UM, Jaume Perelló, una rectificación pública de las acusaciones de malversación. Dijo que si no rectifica le dununciará.