El alcalde de Muro, Miquel Ramis, acusó al regidor de UM Joan Cerdó
de utilizar su cargo para conseguir que la Policía Local le
retirara una multa de tráfico. Ramis aprovechó el último pleno para
echar en cara al edil «esta triste práctica», poniéndola como
ejemplo de que «no se puede llevar un control real de las multas
impuestas ya que esta sanción que quitó el policía ya no le llegó
al alcalde para firmarla».
El alcalde respondía así a UM que había denunciado que se
recortaba una parte del sueldo a los agentes que imponían menos
sanciones. Curiosamente, los regidores de UM no pudieron rebatir el
duro ataque de Ramis, ya que al principio de la sesión habían
abandonado sus asientos y se habían sentado entre el público.
Esta medida era una acción de protesta por el hecho de que el
alcalde no hubiera incluido en el orden del día los ruegos y
preguntas, ya que la sesión tenía que ser la continuación de la
sesión ordinaria suspendida la pasada semana. Anteriormente, el
regidor del PSM Pau Mateu también había abandonado la sesión por el
mismo motivo.
Por su parte, el regidor Cerdó (UM) negó fuera del pleno las
acusaciones del alcalde. Cerdó contó que dejó el coche aparcado y
que se le estropeó justo el día que cambiaba la acera de
aparcamiento y dijo que la policía le quitó voluntariamente la
multa tras conocer su coche.
Por otra parte, el alcalde Miquel Ramis exigió al portavoz de
UM, Jaume Perelló, una rectificación pública de las acusaciones de
malversación. Dijo que si no rectifica le dununciará.
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