El vertido de un importante volumen de piedras y tierra en una zona
protegida de Banyalbufar, dentro de la finca de Planícia, desde la
carretera C-710 tuvo su origen en «una negligencia», según ha
informado a este periódico el alcalde, Manuel Romero. La pasada
semana, el PP de Banyalbufar denunció el vertido de entre 60 y 70
metros cúbicos de material procedente de la excavación de zanjas en
el pueblo para instalar la red de alcantarillado y agua potable.
El batle ha explicado que el material depositado durante los
últimos años en ses Teules debía ser transportado a un centro de
tratamiento de material de derribo por la sociedad adjudicataria de
la obra, «que siempre ha cumplido y ha sido muy diligente», según
Romero. Sin embargo, un trabajador de la empresa subcontratada tomó
la decisión unilateral de verter el material por un precipicio
desde una curva situada en el punto kilométrico 90'800, en un
espacio protegido por la Ley de Espacios Naturales.
«El ingeniero que dirige la obra ha reconocido que hubo una
negligencia y ésta ha sido corregida en la medida de lo posible»,
explicó el alcalde. De hecho, el pasado miércoles un camión y una
excavadora cargaron «entre 60 y 70 m3 de tierra y piedras que
habían sido vertidos», indicó el batle, quien recordó que en esta
misma zona ya se habían producido vertidos ilegales cuando se
procedió al acondicionamiento de la carretera y que entonces la
empresa no actuó con tanta diligencia como ahora.
El alcalde ha lamentado este incidente y ha dejado muy claro que
nadie del Ajuntament ni de la empresa contratada autorizó ni ordenó
el vertido. «Reparar el error les ha costado dinero», señaló
Romero.
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