«Esto parece más un tribunal que un pleno». Con esta expresión, la
alcaldesa, Francisca Ramon, cerró en la noche del martes el debate
sobre la presunta compra irregular de las piedras para reformar la
plaza del Moll de Pollença. El portavoz del PP, Joan Comas,
presentó a la alcaldesa socialista veinte preguntas sobre la compra
de las piedras, a las que se sumaron una decena formuladas por el
portavoz de UMP, Miquel Sabater.
Los dos portavoces pidieron a la alcaldesa que cesara
inmediatamente al concejal del Moll, Pere Capó, y a la delegada de
Hacienda, Margalida Melià, por haber planeado y consentido
respectivamente la compra por 30 millones de pesetas de las piedras
necesarias para reformar la plaza sin existir proyecto, presupuesto
ni concurso público. Además, la oposición posee pruebas que
demuestran que el Ajuntament fraccionó ilegalmente el pago de los
30 millones en seis facturas para tratar de ocultar los hechos.
La alcaldesa, Francisca Ramon, en ausencia del delegado del
Port, Pere Capó, y ante el silencio de la concejala de Hacienda,
Margalida Melià, no contestó ni una sola de las preguntas y aseguró
que la oposición obtendrá las respuestas en el próximo pleno. Ramon
explicó: «Este pleno estaba previsto que acabar a las nueve y
media, por lo que no nos podemos alargar contestando ahora». Así
las cosas, coincidiendo el último jueves de agosto con las
vacaciones municipales, lo más posible es que el próximo pleno
ordinario en el que se trate este tema se demore hasta el próximo
septiembre.
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