La elevada concentración de material arcilloso y areniscas
disgregadas que conforman las capas profundas del subsuelo del
Riuet de Porto Cristo han obligado a excavar unos treinta metros de
profundidad bajo el nivel del asfalto que limita el cauce fluvial,
con la finalidad de asegurar la estabilidad de la estructura del
puente elevado que en la actualidad se construye en la localidad
costera.
Los sondeos realizados en uno de los márgenes del torrente,
precisamente el más próximo a los edificios residenciales, han
confirmado que estas capas no son aptas para asentar un puente
elevado de casi siete metros de altura. La profundidad de las
excavaciones ha motivado el retraso en las fases de ejecución del
proyecto, pero también ha encarecido el presupuesto inicial.
«Los primeros sondeos, realizados hace unos diez años junto al
diseño del proyecto, no han coincidido con la realidad física del
suelo y subsuelo; por este motivo se ha encargado un estudio a un
laboratorio para basar las mediciones sobre parámetros reales, para
que no peligre la estabilidad de la estructura del puente», ha
explicado el director de las obras, Joan Morey.
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