Religión y gastronomía conviven en Sineu

A diferencia del año pasado, que el frío y la lluvia deslucieron por completo el Viernes Santo, este año la temperatura agradable acompañó a los sineuers y visitantes que tomaron posiciones para ver pasar la procesión del Santo Entierro y la Soledad de María, que salió del convento de Sant Francesc y desfiló por la calle Bous, subió por la calle Rosa hasta llegar a la plaza de la Iglesia, donde esperaban las autoridades para sumarse al recorrido a través de esta población.

La procesión del Viernes Santo de Sineu destaca por ser una de las más antiguas que siglo a siglo ha ido recorriendo las calles. Además, también es una de las de Mallorca que más cofradías y pasos reúne. En concreto, salieron un total de 17 cofradías, con 16 pasos.

Pasadas las once de la noche, cuando la procesión ya había pasado por la plaza de la Iglesia, los cellers del centro de Sineu comenzaron a llenarse.

Ahora los tiempos han cambiado y, según explicaba Guillem Fuster, deceller Son Torreó, que funciona desde el año 1933, a partir de las ocho de la noche algunos ya comenzaron a cenar. Fuster contaba: «Antes las cosas eran distintas; en tiempos de mi abuela, que ya regentaba el restaurante, era típico comer escudella de ous, un plato de huevos y verduras que ayudaba a no romper la tradición del ayuno».

Lo que no falta nunca en las mesas de los cellers y restaurantes de Sineu es un buen plato de frit, el más demandado y que goza de especial fama entre las personas de fuera de Sineu que acuden especialmente para la ocasión. Además, de los platos de carne de la cocina tradicional mallorquina, como la porcella, otro de los platos más solicitados fue el bacalao guisado con salsa o bien acompañado de patatas.