En la Rambla se esquilaban ovejas con el sistema tradicional.

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Manacor, una ciudad que más bien destaca por tener una gente seria, poco divertida y muy trabajadora, despertó ayer en medio del bullicio y la fiesta. Sobre las 10 horas, la música de las xeremies anunciaba que las autoridades locales y autonómicas estaban a punto de recorrer el recinto ferial que se apoderó de las principales calles, avenidas y plazas de la localidad.

El ambiente festivo se podía palpar en todas partes. La demostración de esquilar ovejas con las tijeras a la antigua usanza fue una de las actividades que recuerdan con nostalgia los mayores pero que, a la vez, despierta un gran interés entre la población joven que nunca ha visto como se esquila una oveja. Al mediodía, los caballos fueron la gran atracción con el espectáculo de doma vaquera que tuvo lugar en el Passeig de la Rambla del Rei en Jaume. El rejoneador de Inca Jaime Rosselló dio muestras de su buen hacer cabalgando con el caballo. Durante la actuación, en la que también participaron otros rejoneadores, Rosselló hizo que su caballo bailara, hiciera piruetas, algunas reverencias, saludos y otras especialidades que arrancaron muchas sonrisas y aplausos del público.

En la plaça Ramón Llull continuaba la I Jornada de Cuina Manacorina, pero con menos restaurantes abiertos, mientras que en la Rambla del Rei en Jaume se podía contemplar una exposición de caballos acompañada por una muestra de carruajes y complementos hípicos para aquellos que se dedican a las carreras o a montar caballo. También había un corral de ovejas de distintas razas y un pequeño grupo de vacas, una de las que obtuvo el primer premio en el concurso morfológico que se celebra en Campos a principios de mayo.