Deixalles de Sóller se encarga de la desratización en el municipio. Foto: MARÍA VÁZQUEZ

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En Inca, la barriada más afectada es la de Son Amonda y el Ajuntament ya ha dado aviso a una empresa especializada para que intensifique allí el uso de raticidas. En Mancor, el Ajuntament se ha visto obligado a repartir entre los vecinos sacos de raticida para hacer frente al incremento de roedores. «Es impresionante, tenemos un contrato con una empresa especializada que cada año pone veneno pero desde hace tres semanas hemos tenido que repartir sacos», dijo el alcalde, Bernardí Coll.

En cambio, en Selva, según explicó la concejala de Sanidad, Isabel Tortella, apenas se ha notado, «puede que precisamente al hacer una campaña de control tan fuerte el verano pasado». En Sencelles el aumento de roedores ya se notó el año pasado pero ahora se ha incrementado aún más. «El verano pasado no se pudo recoger el grano porque había llovido mucho y las ratas salían a comerlo y la buena alimentación ha provocado ahora un aumento de población», dijo el alcalde, Antoni Ferrer.

En Alcanada (Alcúdia) y Pollença las ratas también han aumentado su presencia por lo que ambos ayuntamientos han puesto en marcha campañas de control. En Consell ya se han repartido 100 kilos de raticida y ayer encargaron 100 kilos más para seguir distribuyéndolos entre los vecinos. Costitx ha pedido una subvención a la Conselleria d'Agricultura para poder hacer frente al gasto que supone la compra de productos raticidas.