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El juicio por presunta agresión de una madre y su hija a tres profesores del colegio público Miquel Capllonch del Port de Pollença quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado Número 3 de Inca. La fiscal y la acusación particular piden penas de multa y arresto domiciliario para ambas mujeres. La presunta agresora y su hija denunciaron ayer a su vez a los tres maestros también por agresión, por lo que el forense las examinó durante un receso de una hora y se abrió un nuevo procedimiento. El fiscal pide en este segundo caso la libre absolución de los profesores y lo mismo hizo la abogada de los maestros enviada por la Conselleria d'Educació.

Los hechos que se juzgan se remontan al martes de la pasada semana, coincidiendo con el inicio del curso escolar. La presunta agresora Isabel Martínez acudió al centro a recoger a sus dos hijos gemelos de 7 años a petición de la dirección del centro, según explicó ayer la denunciada. Martínez asegura que encontró a uno de los pequeños «encerrado» en un aula porque su profesora se negaba a que cursara segundo de Primaria y quería obligarle a repetir curso, una medida con la que la madre no está conforme.

«Perdí los nervios, hubo insultos y es cierto que intenté darle una patada, después de que me empujaran, pero pudo esquivarla y no la llegué a tocar así que no hubo agresión», explicó la presunta agresora a la salida del juicio que se celebró a puerta cerrada. Los profesores evitaron ayer hacer ningún tipo de declaración a la salida del juicio y su abogada informó de que la sentencia se demorará aún unos días si bien la fiscal coincide con la abogada de los maestros al pedir la absolución de los profesores y la condena de la madre y su hija. En el juicio testificaron, además de los tres profesores agredidos, otros tres profesores en calidad de testigos, el policía tutor y el padre de un alumno. Esta es la primera vez que el policía tutor de Pollença se ve obligado a intervenir en un centro de Primaria del municipio por agresión.