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El silencio y la alta participación popular fueron las notas más destacadas del Vía Crucis que se celebró ayer noche, Martes Santo, en Inca. Un río de gente de más de mil personas llenó las calles de la ciudad que siguieron con devoción y atención cada una de las ocho estaciones que forman parte de la procesión del camino de la Cruz. Tan sólo el sonido de los tambores rompió el silencio de esta procesión que duró unas tres horas.

El recorrido se inició como de costumbre en la iglesia de Santa Maria la Major a las nueve de la noche, donde se realizó la primera de las ocho estaciones, representando que Jesús es condenado a muerte. Desde allí, la procesión se desplazó hasta Sant Francesc, Crist Rei, Sant Domingo, La Salle, Monges Tancades, La Puresa para finalizar en Santa Maria la Major, donde Jesús resucita.

Este año el encargado de predicar el Via Crucis fue el vicario general, Andreu Genovart. Las siete cofradías de Inca también participaron en silencio en esta procesión, que cuenta con una alta participación de penitentes. Las diferentes procesiones de Semana Santa son muy seguida por los inquers que año tras año salen a la calle, en el caso de ayer los vecinos participaron activamente en la procesión siguiendo el recorrido a pie.