El caso antiguo de Llucmajor, donde se encuentra el Ajuntament, tiene un gran valor histórico.

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Los ayuntamientos de Pollença, Llucmajor y sa Pobla no quieren que sus cascos históricos sean declarados Bien de Interés Cultural (BIC) tal como propone el Plan Territorial de Mallorca elaborado por el Consell. Los tres ayuntamientos han presentado alegaciones al organismo insular solicitando la eliminación de la propuesta. Bartomeu Vicens, conseller de Territori del organismo insular, explicó ayer a este diario que el Plan Territorial propone la protección de todos los cascos antiguos. De hecho, algunos de ellos, por ejemplo en la Serra de Tramuntana, son Bien de Interés Cultural desde hace muchos años.

En el documento, en concreto, se propone la declaración para los centros históricos de Sóller, Campos, Santanyí, Sineu, Pollença, Petra, Llucmajor, Porreres, Felanitx y sa Pobla. De los diez, los tres mencionados han alegado en contra de esta medida para sorpresa del Consell de Mallorca. «Se trata de preservar la idiosincrasia de los municipios mallorquines», indicó Bartomeu Vicens, quien añadió que «esta declaración valora los municipios y protege sus cascos antiguos».

En el caso de Pollença, el Ajuntament gobernado por un pacto UM-PP cuenta con un Plan Especial que data de 1993. La declaración de BIC implicaría la redacción de este plan, que en este caso concreto ya lo tienen y que además lo podrían modificar y actualizar. En lugar de suponer una ventaja, para el Consistorio de Pollença la protección supondría un obstáculo para otorgar las licencias. La declaración de Bien de Interés de Cultural conlleva beneficios fiscales y subvenciones que estos municipios no han tenido en cuenta.