Manacor se convirtió ayer en un inmenso mercado donde cualquier
producto artesanal, comercial o industrial estaba a la venta y
donde se pudo disfrutar de una amplia oferta, desde demostraciones
de trabajos del campo, grandes espectáculos ecuestres hasta
múltiples exposiciones. Más de 20.000 personas confirmaron la
capitalidad de la comarca en una jornada festiva acompañada por el
buen tiempo. En todas las calles, tanto del centro como de las
afueras, hubo gran movimiento.
En el transcurso de la XIII Fira Agrícola, Ramadera, Comercial,
Indústrial i Artesanal también hubo lugar para la reivindicación.
La Plataforma en Defensa de los Caminos Públicos desplegó una
pancarta solicitando al Ajuntament la reapertura de los mismos en
especial de es Fangar. Este año se cambió alguna de las ubicaciones
con el objetivo de ofrecer mayores comodidades a los visitantes. El
tráfico también estuvo controlado en todo momento, ya que se habían
habilitado muchos aparcamientos para evitar caos circulatorio.
El alcalde, Antoni Pastor, junto con otras autoridades
autonómicas como el president del Parlament, Pere Rotger; el
conseller de Medi Ambient, Jaume Font, y el de Turisme, Joan
Flaquer, recorrieron la kilométrica feria, perseguidos durante un
tramo del trayecto por los manifestantes. Las actividades que más
despertaron la admiración de la gente fueron los trabajos del
campo, así como las muestras herramientas y los aperos. También el
espectáculo ecuestre concentró mucho público.
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