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Vecinos de la barriada residencial de Can Borreó han denunciado a este diario el peligro que supone el estado de suciedad que presenta habitualmente el parque verde de la zona, ubicado junto a un parque infantil. Las denuncias se centran principalmente en que este punto de recogida selectiva de residuos no tiene vigilancia, ni horario de apertura, ni se encuentra en un espacio cerrado, de forma que la falta de civismo de algunas personas provoca que se convierta en un auténtico vertedero en plena calle.

«Más que un parque verde esto es un punto negro, con el agravante de que se encuentra a pocos metros de donde jueguen los niños pequeños y supone un peligro por los malos olores o porque se pueden hacer daño tocando algo», dice unos de estos vecinos. La pasada semana los contenedores de este punto de recogida selectiva se encontraban repletos y la suciedad, sillas y hasta una lavadora vieja se esparcían por la calle. Junto a los contenedores había dos coches abandonados con las puertas abiertas y llenos de basura.

Según explican los vecinos, «cuando la situación ya es insostenible pasan a limpiar, cada cuatro o cinco días, pero como no hay vigilancia, al día siguiente ya se encuentra en la misma situación». Los afectados critican especialmente que desde el Ajuntament no se hayan atendido sus súplicas para buscar una solución. Aseguran que se han reunido con la alcaldesa Rosa Vich en diversas ocasiones, pero no han conseguido ningún compromiso para atajar el problema.