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Los animales y los productos autóctonos, con una destacada presencia de los locales, fueron los verdaderos animadores de la Fira de Algaida celebrada ayer. La plaza del pueblo acogió los expositores de las empresas con el sello «Producte balear» mientras que la calle Antoni Maura se convirtió un año más en el «Espai Algaida» donde los artesanos, empresarios y comerciantes de la localidad mostraban sus productos.

Un poco más allá, antes del Casal Pere Capellà y pasando por la muestra de «Comerç just», el visitante podía girar hacia la calle de sa Farinera para entrar en un mundo animal. Aves de cetrería, loros y otras especies exóticas estaban expuestas junto a cerdos, ovejas o avestruces. Pero lo que sin duda fue una de las ofertas más atrayentes, sobre todo para los más pequeños, fue la muestra de caballos con los que los niños y niñas hablaban mientras los acariciaban.

La soleada y calurosa mañana propició que la Fira recibiera la visita de miles de personas entre vecinos de la localidad y de otros municipios que pudieron contemplar diferentes muestras como de motocicletas y coches antiguos, de aeromodelismo, fotografía y una exposición sobre la vida y obra de Pere Capellà. Tampoco faltaron los típicos puntos de venta de utensilios del campo, ropa, bisutería o plantas.