TW
0

La nefasta temporada turística que vive Cala d'Or centró un intenso debate en el último pleno del Ajuntament de Santanyí. Para contribuir a paliar los efectos de la crisis turística, el PSOE propuso una moratoria fiscal, así como disminuir la presión fiscal municipal ejercida en estas zonas turísticas. No obstante, el alcalde Miquel Vidal no aceptó la propuesta socialista porque quería que fuera Madrid, la administración que redujera los impuestos de IVA e IRPF.

La oposición en bloque no consiguió que el equipo de gobierno aplicara una moratoria fiscal entre los empresarios turísticos de Cala d'Or. El portavoz del PSOE, Jesús Núñez propuso prorrogar el cobro de impuestos como el IBI, la tasa de ocupación de la vía pública, entre otras por un plazo de seis meses.

Vidal desmontó la propuesta diciendo que no todos los empresarios del sector turístico tienen las mismas necesidades y si algunos de ellos no pueden pagar los impuestos, «estoy dispuesto a que vengan a mi despacho previa instancia y podemos llegar a un acuerdo». Después del debate, la moción del PSOE no prosperó.