Las críticas y la confusión reinaron ayer en Manacor. Los cortes de
circulación en plena Avinguda del Torrent provocados por las obras
de acondicionamiento y adecuación del cauce del torrente de la
Cabana, a su paso por el casco urbano, dejaron un gran malestar
entre vecinos y comerciantes de una de las arterias principales de
comunicación de la ciudad. Desde primera hora de la mañana de ayer
y sobre todo en horas punta, hacia la una del mediodía, apareció un
Manacor colapsado, pese a la presencia policial que reguló el
tráfico en el cruce entre avenidas. A pesar de todo, se trata de
unas obras prioritarias que tienen por objetivo evitar las
inundaciones que se produjeron en la ciudad hace más de una década.
Aunque está previsto que las obras de adecuación del lecho del
torrente en esta avenida finalicen en el plazo de un mes y se
ejecuten en tramos de 50 metros, tal y como detalló ayer el
delegado de Serveis Generals, Antoni Sureda, fueron numerosos los
vecinos que tuvieron que buscar salidas alternativas al tráfico
rodado. Los peatones también padecieron las consecuencias de una
vía marcada por las excavadoras y camiones. A ambos lados de la
avenida, se colocaron barreras metálicas para impedir el paso de
los peatones y regular su acceso.
Uno de los factores que contribuyó a tal confusión fue el hecho
de que el Ajuntament de Manacor anunciara los cortes para el pasado
lunes día 27 de junio, que finalmente no se produjeron y se
retrasaron hasta ayer , un semana más tarde. Los agentes de la
policía, la brigada y hasta el propio delegado de Serveis Generals
tuvieron que llevar a cabo una árdua faena informativa,
recomendando a los vecinos que cogieran vía alternativas. De todas
maneras, vecinos y comerciantes de la avenida del Torrente son, en
realidad, los más perjudicados. «No hay derecho que una vez más se
tenga que levantar Manacor por unas obras que se hicieron mal desde
el principio. Es importante que ahora la solución del problema sea
definitiva», coincidieron en señalar dos hermanas de Manacor,
Antònia y Margalida Torrendell.
Por su parte, el vecino Juan Campos auguró un «verano de la
guerra viva» con las obras del torrente. En la misma línea, María
Cuenca argumentó que las molestias «son muy grandes para todos, no
obstante es una prioridad que se arregle la situación y se eviten
las temidas inundaciones». Para evitar al máximo las molestias que
estas obras puedan ocasionar entre los vecinos, el equipo de
gobierno en el Ajuntament de Manacor (PP-AIPC) ha confeccionado un
plan de trabajo en colaboración con la Policía Local y la empresa
constructora que tiene como objetivo ejecutar las obras valoradas
en unos cuatro millones de euros, con la mayor celeridad para
«provocar los mínimos perjuicios entre los sectores más afectados»,
explicó ayer el delegado Sureda. Si se cumplen las previsiones,
durante el mes de agosto, la circulación quedará cortada en la
continuación de la Avinguda del Torrent por el tramo lateral de la
plaza Ramon Llull. A lo largo de este mes, el tráfico será normal
en las otras vías de la plaza. En septiembre, el tráfico estará
restringido aún en un tramo de la plaza Ramon Llull, su
continuación hasta la rambla del Rei en Jaume hasta la altura de la
calle Josep Melià.
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