Sebastià Genovard e Isidre Cañellas, ayer en la sede de UM en Calvià.

TW
0

¿Le permitirá su honestidad a Carlos Delgado gobernar con un tránsfuga? Ésta es una de las cuestiones que el alcalde de Calvià se negó ayer a contestar en su primera comparecencia pública después de que el edil tránsfuga de UM, Joan Thomàs, anunciase su salida de la formación nacionalista para apoyar las tesis del PP. Pero como Thomàs, Delgado tampoco permite que los periodistas le formulen preguntas y se personó en la playa de Son Maties con la lección aprendida.

Aunque la comparecencia del edil debía servir para presentar las nuevas instalaciones para discapacitados a pie de playa, la curiosidad por conocer el parecer del dirigente popular en relación al comportamiento del tránsfuga Thomàs se impuso al acto convocado por el Consistorio. Pues bien, desafiando al secretario general de su partido, José María Rodríguez, e ignorando lo que es obvio Delgado manifestó que el hasta anteayer segundo concejal de UM en el Ajuntament de Calvià «no es un tránsfuga», que es «incorrecto» utilizar el mencionado término y que «mientras siga siendo alcalde, Thomàs seguirá siendo teniente de alcaldía».

Delgado inició su discurso diciendo «sentir» la ruptura entre los dos ediles de UM en el Consistorio y manifestó haber «estado muy a gusto trabajando con Isidre Cañellas y Joan Thomàs». Asimismo, el primer edil aseguró que el pacto de gobierno PP-UM «estaba funcionando bastante bien y espero seguir colaborando con ambos», añadió.

En cuanto al futuro del pacto de gobernabilidad con UM (hasta el martes indispensable para el gobierno de un PP en mayoría simple), Delgado declaró que el gesto del tránsfuga Thomàs «no tiene porque alterar» el acuerdo entrambas formaciones.

En este sentido, el primer edil manifestó que deberá ser la junta local del PP quien decida si mantener o no la alianza con UM.

Sin embargo, la reunión no se producirá por ahora ya que «media junta se encuentra de vacaciones».