Joan Thomás, votando a favor del convenio firmado entre Delgado y Nigorra. Foto: M.A. CAÑELLAS

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P.AGUILO MORA / J.ROSSELLO
Fin del primer acto e impecable actuación del alcalde de Calvià, Carlos Delgado que, fiel al guión, consintió ayer aprobar la recepción de las urbanizaciones de Nova Santa Ponça haciendo uso del voto tránsfuga del edil traidor a UM, Joan Thomàs. Con el voto del tránsfuga Thomàs en el mismo zurrón donde Delgado guarda su sufragio y el de sus nueve concejales en el pleno municipal, la oposición del ahora único miembro de UM en el cónclave, Isidre Cañellas, y los nueve votos del PSOE contrarios a la aprobación del convenio no fueron suficientes para que el Consistorio diera luz verde a la ya más que polémica recepción de las urbanizaciones de los Nigorra. Así todo indica que Delgado está dispuesto a gobernar con el voto de un tránsfuga. Tras negarse a dejar sobre la mesa el punto de la orden del día que hacía referencia a la aprobación del convenio urbanístico para la recepción de las urbanizaciones de la familia terrateniente, Delgado tuvo que escuchar del lado del PSOE los primeros reproches a la medida que, tras un intenso debate, Thomàs y los populares iban a adoptar.

El portavoz socialista Antoni Manchado, manifestó que «no es cierto» que los 1,9 millones de euros que la familia Nigorra abonará al Ajuntament vayan a ser suficientes para subsanar las deficiencias de las urbanizaciones, ya que consideró que para adecentar de una forma correcta las infraestructuras públicas de Nova Santa Ponça «son necesarios unos 5 millones de euros». «Los urbanizadores siempre han sido rácanos con los vecinos de Nova Santa Ponça», proclamó un Manchado y acusó a Delgado de asumir la recepción de las urbanizaciones de Nigorra por 1,9 millones «exclusivamente por las relaciones que mantienen entre ambos». Manchado también expuso que con el dinero que el primer edil le condona a la familia Nigorra el Ajuntament de Calvià, entre otras prevendas «podría regalar el agua a sus vecinos durante medio año, éstos podrían tener las escoletes gratis durante dos años y medio», aseguró.

Desde UM, Isidre Cañellas manifestó que la aprobación del convenio para la recepción de las urbanizaciones de Nigorra «ha forzado que un regidor haya roto la disciplina de su partido, traicionando en su fuga a UM, a sus compañeros y a sus votantes». Cañellas también expresó que el ejercicio de transfuguismo ejecutado por Joan Thomàs y la negativa de éste a entregar el acta de concejal «prostituye la voluntad de todos los vecinos de Calvià». Asimismo, Isidre Cañellas, todavía teniente de alcalde de Hisenda, recordó que para recepcionar Nova Santa Ponça no son necesarios 1,9 millones de euros sino casi tres, y advirtió que llegado el momento el Ajuntament de Calvià no dispondrá de los recursos económicos suficientes para desembolsar el dinero que la familia terrateniente no ha querido abonar. «Cada familia calvianera deberá pagar 300 euros porque Nigorra sólo ha querido pagar 1,9 millones en vez de 2,7», sostuvo. Por su parte, el tránsfuga Joan Thomàs, lejos de quedarse callado, aseguró que el convenio firmado por Delgado y Nigorra «es un buen convenio para Calvià» y declaró que no ha dimitido como concejal «por dignidad».