Puntualmente, tal y como estaba previsto, las palas excavadoras de
la empresa constructora Dragados comenzaban ayer a las diez de la
mañana la operación de derribo del mercado cubierto.
«Durante esta semana se trabajará fundamentalmente en el
interior, desmontando instalaciones y no será hasta el lunes o el
martes cuando lleguen las máquinas más grandes y se note el derribo
exterior del edificio», explicó el regidor de Urbanismo Bartomeu
Seguí.
Las obras de derribo del mercado cubierto de Inca, durarán un
mes aproximadamente y una vez acabados los trabajos, a principios
de septiembre, se dará vía libre a la construcción de un nuevo
edificio, compuesto de cuatro plantas subterráneas y que permitirá
ganar un mayor espacio público y conectar la zona del Born con la
calle Mayor por medio de un triángulo que será peatonal.
El delegado de obras de Dragados, Carlos Feced, explicó que lo
más complicado de esta obra serán los trabajos de cimentación dado
que se han de excavar cuatro plantas subterráneas, tres para
aparcamientos y una que albergará el supermercado. Así, los
trabajos de construcción de la zona subterránea durarán
aproximadamente un año mientras que la zona superior se adecentará
en solo seis meses. Si se cumplen las previsiones de Dragados el
nuevo mercado cubierto de la ciudad estará listo en enero de
2007.
La ejecución de las obras durante este año y medio no implicará
el cierre al tráfico de la calle Born.
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